miércoles, noviembre 23, 2005

No me chilles que no te veo

Todo el mundo está sordo. Todo el mundo lleva puesto unos cascos que le aislan del mundo real y le sumergen en su universo privado de música pirateada. Cada vez que le dices algo a alguien tienes que hacerlo dos veces: una para conseguir que se quite los cascos y otra para que lo oiga. (Truco: puede usarse la primera parte de la comunicación para proferir insultos sin alterar el resultado de la misma.)

Vas a una boda o una discoteca o incluso a las fiestas de un ignoto poblacho en mitad de la nada y ponen la música a todo volumen. Nunca es suficiente, claro. Intentas hablar con alguien y tienes que hacerlo a voces. Al día siguiente, ronquera asegurada.

Luego dicen que hace falta más comunicación. Que me expliquen cómo.



Hoy me ha llegado mi nuevo iPod de 30 Gb. Negro, claro.

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